El Ballet de Jalisco se presentó el 14 de septiembre en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias como parte de la Semana de la Amistad Guatemala – Jalisco. Con 3 años de existencia y bajo la dirección del Maestro Dariusz Blajer, este ballet es considerado como una de las mejores compañías de México.
EL ESPECTÁCULO
La sala de teatro llena de personas esperaba el inicio de un espectáculo de ballet clásico, que sin duda cumpliría con las expectativas de los que esperábamos impacientes. Iniciaron con Akbal, una danza desbordante de energía, saltos y fuerza que impresionó a todos. La coreografía es de Aldo Kattón, con quien pude conversar para escribir este artículo.
Aldo ha sido maestro del Ballet de Jalisco desde su fundación. Parte de los retos con los que se encuentra al trabajar con bailarines de diferentes culturas, escuelas y técnicas, es poder unificarlos y sacar lo mejor de cada uno para fusionarlos dentro de sus coreografías. Aldo da la impresión de ser un maestro que realmente se preocupa por el bienestar de sus bailarines: cuidadoso del espacio, de su hidratación y de que se encuentren en las mejores condiciones para realizar su trabajo.
Otra de las coreografías de Aldo que se presentó fue Danzón, con música de Arturo Márquez. En esta pieza los bailarines mostraron todas sus habilidades técnicas combinadas con movimientos muy rápidos del estilo neoclásico, lo que denota la versatilidad de cada bailarín.
Dentro del programa estuvo Who Cares? de George Balanchine, que es también una obra neoclásica con influencias y movimientos de Jazz, cerrando la presentación con I’ve got Rhythm y una ovación de pie del público presente. Fue una mezcla de admiración por el magnífico espectáculo y el orgullo de ver a Norman Barrios bailar y destacar entre tantos bailarines talentosos.
PROCESOS DANCÍSTICOS
Para ingresar a la compañía existe un proceso de audición que permite reclutar nuevos bailarines. Este se realiza cada semestre y se evalúa que los jóvenes que audicionan tengan un excelente dominio de la técnica clásica, una figura adecuada y que sean mayores de 18 años. Actualmente son 27 bailarines contratados y 14 aprendices, quienes han realizado giras por el interior de México y fuera de sus fronteras.
En el cóctel después de la función del Teatro Nacional entrevisté a dos bailarines en particular. Carlos Hernández y Marissa Jiménez Barragán.
Carlos tiene 3 años en la compañía y 21 años de edad. Quise entrevistarlo luego de ver su entusiasmo y esfuerzo sobre el escenario. Platicando con él me comentaba que ha tenido que avanzar a pasos agigantados en su formación para lograr el nivel técnico necesario que le ha permitido estar en una de las mejores compañías de ballet en México. Para el futuro se proyecta como maestro de ballet y de esta forma contribuir a mejorar el nivel técnico de los bailarines en su país.
Marissa, con una técnica impecable, alta, piernas estilizadas y largas se desplaza sobre el escenario como si no existiera ninguna dificultad en los movimientos que realiza. Una de sus interpretaciones como solista fue el Grand Pas de Deux de La Bella Durmiente.
Ha estado en el Ballet de Jalisco desde su fundación, pero anteriormente estuvo 13 años en Europa estudiando ballet y como integrante del Hamburg Ballet de 2006 a 2010. En ese año se trasladó a Alemania para formar parte del Staatsballett Berlin hasta el 2013. Con su amplia formación en ballet y el contacto que ha tenido con una cultura diferente a la de su país, considera que hace falta mucha disciplina en cuanto a los bailarines latinoamericanos en general. Sin embargo, ella se siente feliz de estar de regreso en su país y de ver que el respeto hacia el artista mexicano ha cambiado para bien.
Y qué decirles de Norman Barrios. No queda duda que el trabajo arduo y el entrenamiento que realiza cada día le han abierto las puertas a nivel internacional y que, aun siendo extranjero dentro de la compañía, ha obtenido los papeles principales de la compañía y los interpreta con exactitud y limpieza. Pudimos apreciarlo esta vez como solista en la coreografía Les Bourgeois, con música de Jaques Brel y en el Pas de Deux de Don Quijote, con música de Ludwig Minkus. Definitivamente es un digno representante guatemalteco fuera de nuestras fronteras.
NUEVOS RETOS PARA LOS BAILARINES GUATEMALTECOS
La disciplina y la pasión que muestran los bailarines del Ballet de Jalisco debe servirnos como motivación a los bailarines guatemaltecos, sin importar la técnica que realicemos.
Es evidente que ellos están defendiendo constantemente su lugar dentro de la compañía y saben que sin esfuerzo no hay recompensa. No existen las plazas fijas que en algunos casos han acomodado a muchos bailarines en nuestro país y que retrasan el avance profesional de las compañías.
También hay mucho que aprender a nivel técnico y administrativo. Los maestros viajan con sus alumnos y ellos mismos se encargan de las coreografías, cuidan los espacios en donde se presentan y procuran que sean las mejores condiciones posibles. El Ballet de Jalisco es buen referente para aprender de nuestro vecino país, como artistas, coreógrafos e intérpretes.
Agradezco a Aldo Kattón y a los bailarines que me permitieron entrevistarlos. El aplauso del público fue una muestra de la calidad de espectáculo que nos presentaron y que gustó tanto a los guatemaltecos que asistimos.
Muy acertado artículo. Realmente estás llenando un vacio enorme. Ya que es necesario el reportaje de espectáculos públicos, realizado por profesionales del arte, mismos que además de informarnos nos instruyan. Gracias Anita Lanz, con tu buen criterio, tu formación académica y tu dominio del recurso literario estás abriendo brecha en un campo muy importante. Sigue adelante, te deseo éxitos.