“Desde pequeño he sido influenciado por la actividad física y por las artes marciales. Mi papá es Sen Sei en Karate Do y mi abuelo fue modelo para la estatua de Tecún Umán en Xelajú. Fue el primero en construir un gimnasio aquí en Guatemala. A los 5 años empecé a entrenarme en Karate, pero no encontré algo que me motivara a continuar, así que deje de hacerlo a los 13 años.
Sin embargo, mi cuerpo necesitaba seguir activo. Con el surgimiento de las redes sociales conocí el Parkour y empecé a experimentarlo con un amigo. Era necesario que aprendiera a ejecutar algunas acrobacias con la técnica correcta y fue entonces cuando decidí federarme en Gimnasia Artística. Ahí conocí a varios bailarines del Ballet del Inguat, Ballet Folklórico y Moderno, y otros bailarines de danza contemporánea.
Recuerdo que todos los días me iba caminando desde mi casa hasta la federación de gimnasia. Me tocaba pasar por la sexta avenida del Centro Histórico, y un día, me topé con un bailarín que se llamaba KJ Popping. Fue el primero en bailar Street Dance en ese lugar. Cuando lo vi, me llamó la atención su movimiento y lo contacté para recibir algunas clases con él.
Por diversas circunstancias, el gimnasio de mi abuelo quebró y se tuvieron que vender todas las máquinas. El espacio se alquilaba para eventos sociales. Pero una noche, estando en mi cuarto comencé a escuchar la música de una fiesta que había ese día, y de repente, mi cuerpo comenzó a reaccionar con la música. Me sentía totalmente libre. La canción me atrapó, y fue la primera vez que sentí que la música me invitó a bailar.
KJ Popping fue mi primer maestro. No supe en qué momento dejé de ir a clases de gimnasia y Parkour. Simplemente me fui especializando más en ritmos urbanos y estoy por cumplir 6 años en esto.
Ha sido realmente difícil. El primer dinero que gané lo hice bailando en la sexta avenida, en donde no sabía si alguien se iba a detener para verme bailar. A todos nos ha tocado luchar contra el tipo de educación machista que dice que los hombres “no bailan”. A pesar de todas las dificultades, desde finales de 2011 nunca volví a hacer algo que no fuera danza. Dirijo una academia especializada en Suecia, llamada “Heroes Academy” que produce bailarines de Street Dance, así como su compañía “Heroes Company”.
Mi consejo para los jóvenes que desean iniciarse en la danza es que no hay excusas. Sí se puede iniciar una carrera en danza pesar de no tener los recursos económicos suficientes. Aprendan de todos y experimenten con su cuerpo en los diferentes estilos. Estudien técnica e historia de su estilo y lo compartan con otros. Creo que ningún estilo se hubiera popularizado si no se hubiera compartido.”
– Christian Ruano Persa
Fotografías de Dance Statement por Karla Álvarez