Escribir un artículo de danza se convierte en una experiencia extraordinaria cuando puedes darle seguimiento a la puesta en escena. Esta semana publiqué un artículo sobre «La Bayadera«, presentada por el Ballet Nacional de Guatemala en su Temporada Oficial. La idea inicial consistía en hacer una reseña histórica de la obra y presentar a los bailarines invitados que interpretaron a los personajes de Nikiya y Solor en temporadas pasadas. Luego se me ocurrió que podía entrevistar a los bailarines de esta temporada: Norman Barrios y Joyce Cruz.

Todos los que conocen de danza clásica en Guatemala saben quién es Norman, un bailarín experimentado y actual miembro del Joven Ballet de Jalisco, en México. Por todos esos años de trayectoria no esperas menos que verlo bailar con esa limpieza y precisión que le caracteriza. Es él quien se lleva una tremenda ovación cuando ejecuta sus variaciones con una técnica impecable y es modelo a seguir para los bailarines clásicos del país.

Con Joyce me llevé una gran sorpresa cuando la entrevisté. Recordaba haberla visto antes como cuerpo de baile de la compañía, mas no como solista. En el transcurso de la entrevista me contaba que se sentía muy agradecida por la oportunidad que le dieron de representar el papel de Nikiya, y que este era su primer papel protagónico de su carrera profesional. Tuvo tan solo tres semanas y media para estudiar la interpretación de su personaje y aprender la coreografía, un tiempo muy corto para ser la primera vez de un protagónico con la alta dificultad técnica de Nikiya.

Joyce Cruz: “El personaje de Nikiya debe lograr compenetrarse con su compañero para que el público sienta esa historia tan trágica.»

Llegó la hora de la función y Joyce entró a su primera escena. Al momento que descubrieron su rostro pude ver a una chica tímida que fue creciendo y sintiéndose cada vez mas cómoda con su personaje. Me hizo recordar las experiencias que compartió conmigo en la entrevista y pude observar cómo se materializaban a través de su interpretación y ejecución. Realmente es digno de admirar el esfuerzo de horas de ensayo para lograr una alta calidad interpretativa y técnica en la primera función.

Al finalizar esta experiencia de escribir sobre danza e interactuar con sus actores me llevó a dos preguntas finales: ¿Cuánto talento habrá escondido dentro de las compañías de danza que no tienen la oportunidad de realizar un papel protagónico? ¿Cuántos bailarines haciendo protagónicos no aceptan que las nuevas generaciones también tienen habilidades, técnica y ganas de brillar con luz propia?

Fotografía principal de Karla Álvarez (Ballet Nacional de Guatemala).