Puedo decir que la danza ha sido mi vida entera. Desde el inicio me sentí atrapado por ella. En mi etapa de adolescente yo había visto bailar a grandes personalidades de la danza como Richard Devaux. Él me inspiró a tomar la danza en serio y así fue como empecé a tomar clases. Tenía en ese entonces 14 años.
Mi etapa como bailarín la inicié en el Miami Ballet. Precisamente estaba becado en el Conservatorio de Miami y algunos de los alumnos fuimos seleccionados para pertenecer a la compañía. Ahí pude darme cuenta que la danza es realmente una profesión. Tuve también la oportunidad de pertenecer al Ballet Nacional de Guatemala y desempeñarme como bailarín y coreógrafo.
A partir de un curso que fui a tomar a Bulgaria, la docencia llamó mi atención y empecé a trabajar en ciertas habilidades que tenía que desarrollar para desempeñarme en ese ámbito. Creo que