«Mi primer acercamiento con la danza fue a los 12 años. Inicié haciendo danzas en pequeñas obras de la iglesia. Tengo una tía que en ese entonces estudiaba danza y ella me motivó a aprender un poco más.
A los 16 años ingresé a la Escuela Municipal. En un principio no querían aceptarme por mi edad. Para estudiar danza clásica generalmente se inicia a los 8 o 9 años. Tuve la dicha de contar con el apoyo incondicional de mis padres para estudiar lo que a mí me gustaba; entonces mi papá llegó a la Escuela Municipal, habló con la directora y fue así como pude ingresar.
Mi mamá era costurera y mi papá en su juventud fue zapatero. De ellos aprendí estas habilidades y las utilicé para hacer mis propias zapatillas de ballet. Mis compañeros de clase en la Escuela me preguntaban que dónde había comprado mis zapatillas y